Jorge Julio López somos TOD@S

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Campaña nacional Jorge López: aparición con vida

El día lunes 18 de septiembre Jorge Julio López salió de su casa y desde entonces no se supo más nada de él. El compañero es uno de los principales testigos del histórico juicio en el que fue condenado el genocida Etchecolatz.
Jorge López tiene 77 años,es ex militante y albañil jubilado. Es robusto, 1,70 m de altura, ojos verdes, tez blanca y cabello corto rubio/canoso. El lunes 18 llevaba puesto un jogging azul y sweater viejo gris oscuro.
Si tenés alguna información que considerás útil llamá a alguno de estos teléfonos: Autoridad judicial (0221) 427-4983 / (0221) 410-2504 Línea gratuita 0800-333-5502 Pcia. Buenos Aires: 911
Divulga esta información a razón de ampliar las probabilidades de encontrar (no hay redundancia) más información.

(Dos años)

El jueves 18 de septiembre de 2008 se cumplieron dos años del secuestro y desaparición de Jorge Julio López, y vos y yo nos levantamos, desayunamos, e hicimos lo que hacemos todos los días; quizás participamos de la movilización con pedido de justicia y aparición con vida, quizás no, luego nos acostamos a descansar.
Los funcionarios públicos se levantaron, desayunaron e hicieron sus tareas diarias (aunque dudo que las tengan, igual incluyo la tarea de juntar dinero y la de no hacer más que lo que se tenga ganas; por supuesto, no generalizo, hay excepciones; eso sí, privilegios tienen todos); quizás participaron de la movilización con pedido de justicia y aparición con vida, quizás no. Quizás cuentan con información, quizás.
Los familiares de Jorge Julio López se levantaron, lloraron, lloraron, se indignaron la millonésima vez, desayunaron, lloraron, se abrazaron, quizás hicieron sus quehaceres cotidianos, fueron a la movilización con pedido de justicia y aparición con vida, (nunca dejaron de llorar, aunque sea en su espíritu).
Los participantes y simpatizantes de las detenciones ilegales de la libertad y del genocidio, antes formando parte del Estado, hoy de una especie de “liga patriótica argentina” se levantaron, sonrieron, desayunaron, encendieron la televisión, hicieron sus labores diarias, volvieron a sus residencias, jugaron dados, tomaron whiskis, rieron, hablaron de sus negocios, de sus tratas, gozaron y se acostaron.

No interesa lo que hiciste ESE día, interesa lo que haces ahora, y cada día.

¿Qué hacemos? ¿Seguimos caminando sobre la misma cinta electrónica que no nos deja avanzar? O saltamos al costado izquierdo, que es el que más se expande para incluirnos en su senda, y desde nuestro lugar, y con lo que cada uno sabe hacer mejor (pero no únicamente con eso), sumamos semillas a la lucha y a la resistencia.
Iba a escribir “sumamos un granito de arena”, pero me di cuenta de que un grano de arena termina en la mezcla de cemento, y luego formando parte de un sector del edificio que sea; siendo así, grano de arena estático, formando parte de algo que sería y existiría sin él, es decir, haciendo una alegoría simple, será parte de el sistema, de la reproducción del sistema. No debemos quedarnos ingenuamente con el hecho de ayudar, sino analizar y reflexionar a qué ayudamos, con qué nos solidarizamos, y sobre todo por qué lo hacemos y cómo lo hacemos.
En cambio “sumamos semillas a la lucha y a la resistencia”, tiene un sentido más amplio, más generador, más participativo, es decir, el sentido exacto y que fielmente representa a la resistencia y a la lucha social. ¿Por qué? Cuando alguien se solidariza con una lucha común, por una finalidad cualquiera sea esta no ayuda a ese fin, así, de forma tan vacía y sencilla, sino que participa en ampliarlo y en construirlo, suma para llevarlo a cabo, pero a su vez lo modifica aunque sea por poquito, y lo hace más grande. Como una semilla en la tierra, que primero hace raíz, luego crece la planta y sus flores, y al fin aporta más semillas y va ampliando el jardín, en fin no es crecer y dar flor, el fin de una semilla es dar más semillas y aportar a un jardín que no se ve hasta que es grande, hermoso y ya adulto; pero no es en su adultez que es, si no en su juventud, la primer semilla ya era jardín. De esta forma, creo yo, Daniel, muy subjetivamente, que unas palabras, desde donde se pueda y siempre buscando poder un poco más, unas manos, unas voces, unos ideales expresados en acción, en cualquiera de sus infinitas formas son semilla, que traerán irremediablemente más semillas de formas diferentes que van hacia el mismo camino y que forman el mismo jardín.




Quizás sepan algo ¿no?
webmaster@ara.mil.ar (armada argentina-consultas) jeje


¡Mañana podes ser vos! No pienses que vos no te metes en nada entonces no corres peligro, ¡sos sospechoso para ellos!, ya por el simple hecho de pensar que vos no estás metido en nada, para ellos estas en algo, es decir, en algo que no son sus putas filas, racistas, fascistas, “patriotas”, IDIOTAS.
¡Cuidate! Y viví encerrad@ y aislad@.
O ¡Rebelate! Y viví luchando y solidarizad@.
¡Sol@ corres más peligro!

¡Juntos somos más. Nosotr@s pasaremos!

@ = o/a
Daniel Sebastián (Skizofrénico)

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