viernes, 26 de noviembre de 2010

Un texto de mierda

Todorov en La conquista de América
dice “Yo, soy otro”; en este caso,
también puede decirse:
“Yo, soy él; nosotros somos ellos”.

Los pobres de hoy no tienen códigos. Frase singular. En ella, a primera vista, se lee un vago recuerdo de que una vez hubieron pobres que eran diferentes. Una común argumentación de esta opinión es que los pobres “de antes” respetaban “el barrio”. “Nos respetaban el culo”, por ende y correlación, “respetaban nuestra mierda”, ¿qué mierda? La mierda que los definía como pobres.
“No “molestaban” en la zona dónde vivían, no salían robar y a drogarse a la vuelta de la esquina donde vivían -No- A eso, iban a otros lados. Salían a otros lados, fuera de mi vista”. No importa dónde. NO. A la gente, sentido común entre medio, que opina así, no le importa dónde ni a quién. Sólo le importa su trasero. Su mierda. Nuestra mierda.
“Hoy, se drogan en la cuadra, y molestan o roban al vecino, o en el barrio”.
¿Qué es esto? Claramente, quién opina así, ejerce y, en sus frases hay, un olvido y un recuerdo. Recuerdan un pasado “mejor”, una mierda más coqueta, “menos peor”, en donde, como se dijo, los pobres respetaban el barrio.
Pero, también, hay un pequeño olvido: la historia.

Los pobres de hoy no son los mismos pobres de ayer. Pasaron años, no sé el tiempo exacto, pero no es lo central, en este caso y dónde quiero llegar, el paso temporal, sino el cambio social. Es decir, la sociedad es la misma, pero no es la misma en tanto, por ejemplo, hay otras condiciones de pobreza que hace 20 años, o 30 o 34. Una vida de tiempo; una vida joven, pero vida, al fin, pasó. Y la sociedad vivió esa vida, y esas modificaciones. Y qué modificaciones.
El terrorismo de Estado implantó una, en su momento, nueva estrategia económica, el neoliberalismo, que no dejó de ser la vieja: el capitalismo. Esta estrategia nueva, dejó, en pocas fuertes palabras, a los pobres más pobres y a los ricos más ricos, y no quiero ser aguafiestas, pero lo sigue haciendo, ya que, hasta donde yo sé, no se abolió ni el capitalismo ni el neoliberalismo en Argentina. El neoliberalismo, por decirlo así, rápido y al pasar, es el capitalismo radicalizado, la ideología liberal reafirmada al mango .
Pero a su vez, los pobres fueron siempre los pobres, y gran cantidad de esos pobres “de antes” los siguen siendo hoy, es decir, los pobres de hoy son los mismos pobres de ayer.
Entonces, ente los pobres del pasado que lograron sobrevivir hasta el presente, hay unos pobres diferentes, con otros códigos (que no “sin códigos”). ¿Qué quiere decir esto? Que viven la pobreza de otra manera; viven una pobreza, un abandono, una indiferencia, y una violencia probablemente mayores que antes, en tanto que el quiebre es mayor, como en Los ojos de los pobres de Baudelaire, pero con la diferencia de que, ahora, un par de siglos después, los pobres no son tan boludos, y no se quedan sólo mirando, a través de la ventana, comer o beber hasta el hartazgo al que sea: eso los hace “malos y sin códigos”. Estos no vivieron “como los pobres con códigos viejos” “el mito de oro” de los pobres, donde siendo pobre aun se puede tener esperanza de mejorar. La sociedad no es homogénea en “valores”: los sectores sociales llamados marginados construyen sus propios códigos, no nos sorprenda que sea el “sálvense quién pueda, y cómo pueda”, y los construyen en relación con los demás sectores, que influyen en la formación de estos códigos: si la “clase media o pequeña burguesa” se hubiese interesado, en su momento, por lo que pasaba en la villas con tanto desempleo y opresión, quizás no se hubiese radicalizado la brecha social, que es lo que provoca los cambios en los valores.
Los pobres de hoy no vivieron esa sociedad que les inculcó valores como “no robes en el barrio porque te quemás y después te pueden negar la mano que una vez necesites, o un plato de comida”. No. Estos pobres, no vivieron eso, sólo viven e incorporan en la cotidianeidad de la calle –la cual sobre todo educa, y su educación es más profunda que cualquier otra-, la desconfianza para con el ajeno, entendido como un “no yo” o “un culo no mío”, la indiferencia, y a esto se suma el no tener ni siquiera esa mínima seguridad de tener una casa, aunque básica (4 chapas en vertical y 1 en horizontal) que te proteja del frío, de la soledad, de la lluvia, y de “la otredad”. Una pertenencia, una familia. Ah, quizás sea bueno aclarar que el tener padres no significa tener una familia; o mejor, a veces una familia puede ser de mierda, y me adelanto en el texto, muchas veces no es la familia misma la que se construye como mierda, sino que lo es por ser parte de una mierda más grande. Más arribita escribí unas líneas sobre neoliberalismo.
Y esto, de las modificaciones de la sociedad, de los distintos valores o códigos, ¿se refleja en otro lado?
Por supuesto, se refleja en la gente de mierda que habla de los ‘negros’ (o pobres) de mierda. Esa gente, es al mismo tiempo, de la misma manera, producto del neoliberalismo y claro, del capitalismo. El neoliberalismo implica una cosmovisión particular, que, hoy pienso, puede ser definida de la siguiente manera: “mirá tu mierda, pensá que es sólo tuya, y cuidala, mientras nadie te joda, podes estar tranquilo, sentíte seguro de tu mierda, y criticá y- desinterésate por- el feo olor de la de los demás, de la del otro. Y sobre todo, no pienses de dónde sale la mierda: dala por hecha, dala por dada”.
Quiero aclarar que esta gente de mierda, aunque es producto del neoliberalismo de la misma manera que los pobres de mierda, también y sobre todo, lo es de otra manera muy diferente: esta gente es la que “mantiene” al sistema de desigualdades, la que se deja explotar (nos dejamos) por el patrón, sea patrón Privado o patrón Estado: el obrero o empleado municipal (o del Estado, profesor, docente, auxiliar etc.) también produce plusvalía, el trabajo estatal también cosifica, aliena, paga una porción de dinero por el entero del trabajo de un empleado.
¿Saben que significa empleado? Usado, utilizado, ser sirviente.
Usar significa hacer servir una cosa para algo, pero, también, gastar, consumir, exprimir, aprovechar. Utilizar significa: aprovecharse de algo: el ser humano en el capitalismo es una cosa, y es aprovechable; peor aún, sólo económicamente aprovechable y como aprovechable, descartable. Servir es estar sujeto a alguien por cualquier motivo haciendo lo que él quiere o dispone; del servir a la servidumbre hay poco trecho, y estas van de la mano con el no pensar, sobre todo, no pensar cómo se construyó la mierda. ¿Piensa qué está comiendo el que come en Mc Donald cuando come allí? Pero, ¿qué rico no? ¿Piensa por qué tiene su casa, su auto, su ropa? Pero ¿qué rico no? ¿Piensa quién quedó afuera de la casa, del auto y de la ropa, y de la pobre hamburguesa del Mc Donald? ¿Qué rico no?
Buen, el dejarse (dejarnos) explotar les (nos) da unas monedas, las que les (nos) dan la libertad para que puedan (podamos) ser propietarios e individualistas, y verse (vernos) y sentirse (sentirnos) diferentes a, mejores a y más honestos que “los otros”: Como dice Charly: “hay un montón de espejos en la feria de la cuidad (...) nadie ve en ellos realidad”.
Volviendo al hilo central y sin irme por los soretes, perdón, las ramas, recordé a Nietzsche, y divagué un poquito. A veces, del divagar, como del arte, quizá se patentiza una verdad Heideggeriana: Explicación de la gente de Mierda: Pensé que si el fundamento de la vida de esta gente es que nadie “la joda”, que no la molesten los demás con sus problemas o formas de vida o mierdas ajenas, si para ellos lo mejor es “cada uno con lo suyo, y cada uno con su culo y su mierda”, el fundamento de su vida, podría decirse que, es poder cagar tranquilo, por ende, su dios es la mierda.
Dicho esto, digo que esta gente de mierda que se jacta de tener “otros valores”, estaría bueno que piense un poco más profundo y se de cuenta de que lo que cambió no fueron sólo los códigos, sino tambien la realidad social, y que si hay pobres que no respetan al barrio es por que quizás “los barrios” (la sociedad, nosotros, ellos, aquellos, todos) no los respetaron a ellos primero, y los dejaron ser pobres, los dejaron, los olvidaron, como se olvidan de la historia. Pero, repito, en esta sociedad se promueve el no pensar, consumir [se], y vivir sin pensar. Promueve “pensar en nada”, citando a León.
No justifico que estos pobres no se den cuenta o no piensen que en un barrio diferente la gente “no tiene” la culpa de las desgracias ajenas, tan ajenas como lejanas se ven desde el punto de vista de los que tienen su casa para dormir y una cama para hacer el amor en paz; pero!, si como intenté demostrar, una vez más entre tantos miles de escritores que lo intentan, en esta sociedad neoliberal se promueve el no pensar, el ser indiferente, el mirar sólo su trasero, por ende, mirar para atrás sin ver el pasado, ni ver por donde se camina, ni hacia dónde se va, y entre todo esto: “¡qué barrio ni barrio; dame las zapatillas! (y capaz siento lo que es tener seguros los pies, segura el alma, y por medio de tus (ahora mías) zapatillas siento lo que es tener una familia, una casa, y puedo cuidar mi mierda y criticar, desinteresándome por, la del otro)”.
Sí, señores: Unos y otros, nosotros y ellos, somos los mismos, porque estamos en la misma sociedad de mierda construida por todos nosotros y nuestra mierda: De nuevo charly nos dice: “Pero hay otros espejos, que no son de vidrio cristal, que no se encuentran lejos, que todos los pueden mirar”. La mierda del otro se refleja en la mía, y ese es un reflejo real, no la mentira de que mi mierda es más linda. De todo esto algo bueno, todos estamos más cerca que lo que reflejan las imágenes de los espejos de vidrio cristal de los medios masivos.

Espero que este texto de mierda no les haya parecido tan mierda. No se sienta usted, lector, tan mierda tampoco, a lo mejor, es sólo que estoy sacando afuera un poco la mierda que llevó dentro, un poco de mierda intelectual, me estoy purgando, para estar más limpio y más liviano. Yo, como una parte de la sociedad, nosotros y ellos, viendo nuestra mierda, tal vez, nos decidimos a confeccionar nuestro propio y singular papel higiénico. Pero la Mierda es como el Poder, siempre emerge aunque la persigas para eliminar su lazo subyugante. Lo que habla de nuestra buena voluntad, aunque también de que nunca alcanza y que es necesario vivir, conciente y dialécticamente, con la sopapa en la mano, para que la mierda no nos siga tapando.
Nosotros somos esta gente de mierda, pero también somos los pobres o los negros de mierda. También somos este texto, que quiere dejar de ser mierda, pero no olvidándola, sino, haciéndola dialéctica. Sí. Una mierda dialéctica, o mejor, varias. Varias mierdas con distinto olor, pero del mismo culo. Un culo plural y en primera persona. Nosotros, la sociedad.


2 comentarios:

espejismosdepluton dijo...

Muy completo Dani, me gusta como pensas...te dejo un beso y espero verte pronto.

Henriq dijo...

Me gustó. Creo que ya te lo dije. Pero ahora que lo releo me gustó de nuevo.
Nos vemos.
Hen