¡PUES MATAAANDO!

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Recuerdo una escena de la serie de dibujos animados norteamericana ‘Los Simpson’, donde el personaje principal, Homero Simpson, junto a varios personajes de su comunidad,‘Sprinfield’-el jefe del departamento de policía, el doctor y demás- se encontraban buscando un 'tesoro’, que un ladrón anciano de dicha cuidad, insinúo haber enterrado en un sitio alejado del espacio urbano, “bajo la gran T”.
Inmediatamente después de que, el mismo ladrón, le diera a Homero y al jefe de policía las coordenadas donde se hallaba, supuestamente, todo lo que él robo en su vida, la comunidad entera, incluyendo todos los miembros de la policía, se hallaba afanosa y desesperada buscando dar con el sitio. Al encontrarlo, cavaron por horas hasta que a varios metros bajo tierra encontraron una caja de metal, la abrieron y sólo había una nota, en la cual, el ladrón anciano explicaba que todo había sido un engaño para poder escaparse fácilmente de la prisión y huir. Más que demostrar la inteligencia del ladrón, se demuestra la idiotez extrema y la ignorancia desmedida de la población local, cuando ya de noche, se cansan de seguir excavando en vano, no habiendo entendido el mensaje en la nota, porque no entendieron quién la firmaba, quién la había escrito; pero lo que quiero resaltar, es que estaban dentro de un gran pozo y no se percataron de colocar una soga o una escalera para ascender de nuevo a la superficie, así de idiotas eran, y aún hay más. Alguien pregona una pregunta:
- ¡¿Y ahora cómo saldremos de aquí?!
Y Homero Simpson, quién representa la idiotez e ignorancia promedio de la población de Sprinfield –y saliendo de la realidad interior de la serie, se relaciona y hace alusión al hombre norteamericano (y mundial) promedio- contesta:
- ¡Pues cavaaaando!
Aquí, finalizo la referencia a esta serie, para pasar a contar qué fue lo que me hizo recordarla. En los primeros meses de este año, en los medios de comunicación argentinos, y por ende una parte de la población Argentina, ya que lo que hacen éstos es transmitir sentido y difundir mensajes - aunque, personalmente, creo que lo que hacen es disfrazar en distintas y variadas formas un mismo contenido-, le ha propuesto una “opción” de “pensamiento” a la sociedad, bastante conforme a la de Homero Simpson en su respuesta, cosa muy adecuada para el humor; pero triste, pensando en la seriedad y responsabilidad que se debe asumir ante la realidad, y sobre todo, ante el papel que se tiene en ésta.
¡Si! En la Argentina varias personas indignadas por la criminalidad de las calles y la inseguridad, preguntan:
- ¡¿Cómo se acaba con esta atrocidad?! ¡¿Cómo se hace, para que no nos maten más, ladrones o ‘pibes chorros’?! ¡¿Cómo se termina con tanta muerte?!
Y Homero Simpson… perdón, los medios masivos de comunicación, contestan a viva voz:
- ¡Pues mataaaando!
Si se acepta este mensaje, se me cruza el siguiente pensamiento: después de haber matado por mucho tiempo, estaremos, como correspondería, en el fondo de un pozo muy profundo y sin escalera para ascender. ¿Qué hay que hacer entonces? Parecería sencillo, no ser ignorantes e idiotas, no desechar la nota en la cual el ladrón dice sus verdaderas intenciones (porque ya estamos dentro de un posito, al ver que en parte de la sociedad se considera efectiva la opción -abolir algo que está mal haciendo mal y no, combatir bien las causas del mal-) ¿Quién sería el ladrón en este caso? Los ladrones que matan por casi nada -aunque ya de por sí, nada tiene valor comparado con la vida- son inocentes en su ignorancia y en sus ínfimas posibilidades de mejorar su vida basura, en la que nadie tuvo respeto por el valor de sus vidas, dejándolos en la calle, desprotegidos, sin educación e indefensos ante la violencia, la droga y lo vil; y por ende, ellos no aprendieron el valor de la vida de los demás. En este caso el “ladrón” es quién o quienes provocaron las causas de la situación en que estamos, quitándonos nuestro trabajo, nuestros proyectos como sociedad, impidiendo constantemente el logro de una educación real para todos, con calidad real para todos. Seré claro y directo: El sistema neoliberal, el falso libre comercio, la clase dominante y sus intereses. Hoy no hay opciones políticas en la argentina, hay un vacío de ideas políticas, es ineficaz y absurdo el sistema electoral, no hay democracia real. ¿Por qué? Todos los políticos hoy -y casi siempre-, son testaferros de grupos económicos, o son amigos, o conocidos y también están ‘los nuevos “políticos”’, que son putas esperando el primer coche que abra la puerta. ¿Entonces? A los grupos económicos; grandes empresas nacionales; dueños de inmensas hectáreas, para producción y exportación en el interior del país –que se dieron a llamar ‘el campo’-; empresarios extranjeros que invierten para llevarse el triple con nuestro trabajo; los ‘Bancos’ que son el mejor negocio para los adinerados y el peor para el pueblo; a todos estos - y más-, no les hace ninguna gracia perder ganancias o ceder terreno de poder. Paradoja. Eso es necesario, justamente eso es una necesidad principal para mejorar la sociedad y en un futuro alcanzar la socialización de la riqueza: los medios de trabajo para quienes lo llevan a cabo materialmente; las ganancias, sociales. Me despido pensando una cosa: ¿Qué sería de Argentina si se distribuyera buena educación – que no es solamente hacer más escuelas-, y se sembrará solidaridad, en vez de tanto paco, Tinelli, pro» fascismo y mezquindad?

Posdata: Mi profesora con buena onda de la UNLZ me ha comentado, y con razón, que se puede salir cavando, haciendo una escalera de tierra para arriba - desde la perspectiva del que está abajo-. Genialidad, pero esfuerzo innecesario pudiendo prever. Creo que esa genialidad no borra la idiotez de cavar profundo sin escalera o algunita soga, por ejemplo. Cosa distinta, sería que a uno lo metan en un pozo sin que tenga oportunidad de evaluación o decisión sobre eso. En última instancia, ¿Quién es el dueño de la verdad?
Mayo 2009